30° Aniversario de la Beatificación de Laurita Vicuña




El 3 de Septiembre de 1988, el Papa Juan Pablo II nombraba Beata, en una misa multitudinaria, en las colinas de Turín,  a nuestra querida Laurita Vicuña.

San Juan Pablo II destacaba en su momento a Laurita como un "ejemplo de vida cristiana para los jóvenes", destacando en ella su "suave figura (…)" anhelando que suscitara "un renovado compromiso espiritual en las dos naciones (ndr: Chile y Argentina), y a todos les enseñe que, con la ayuda de la gracia, se puede triunfar sobre el mal;  y que el ideal de inocencia y amor, aún cuando sea denigrado y menospreciado, resplandecerá e iluminará al final los corazones.  (…) El rito de la "beatificación", que con tanta alegría y solemnidad estamos celebrando en este lugar que en su origen tiene una historia de santidad -lugar llamado "la colina de las bienaventuranzas juveniles- nos debe también hacer reflexionar sobre la importancia de la familia en la educación de los hijos y sobre el derecho de éstos de vivir en una familia que sea lugar de amor recíproco y de formación humana y cristiana.  Éste es un reclamo para la sociedad moderna para que sea siempre y más, cuidadora del instituto familiar y de educación de los jóvenes.  La Beata Laura Vicuña, los ilumine a todos ustedes, jóvenes, e inspire y sostenga a ustedes, Hijas de María Auxiliadora, que han sido sus educadoras!